| DIARIO DE CÁDIZ Redacción CHICLANA
El alcalde de Chiclana, José María Román, inauguró ayer en la urbanización Pinar de Don Jesús la calle en honor a Amalia Carvia Bernal, con motivo de la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres. Un acto en el que también estuvieron presentes la delegada municipal de Mujer, Susana Rivas, así como miembros de la corporación municipal y representantes de los diferentes colectivos de mujer de la ciudad Durante el acto, José María Román señaló que “estamos conquistando y colonizando territorios, ya que siempre habíamos inaugurado calles con nombre de mujer de la ciudad y ahora lo hacemos en la zona de la playa”. “También estamos conquistando y colonizando mentes y la educación de muchas personas, mujeres y, sobre todo, muchísimos hombres”, incidió el alcalde, quien añadió que “venir aquí a la playa era también una forma de integrar y considerar hasta dónde queríamos llegar, porque no tenemos límites”. “Podía haber sido en otra calle del municipio, pero venir a la playa también es un símbolo, por lo que hay que estar de enhorabuena, ya que este camino de conquista va a ser siempre irrenunciable”, expresó el regidor chiclanero. Amalia Carvia nació en Cádiz el 12 de mayo de 1861 y falleció en Valencia el 7 de marzo de 1949. En el tiempo que vivió en Cádiz, se integró con 26 años en la Logia masónica ‘Regeneración’, alcanzando el grado tres o maestro masón, ejerciendo el cargo de ‘oradora adjunta’ mucho tiempo; fundó más tarde, en 1895, la única logia fe[1]menina de Cádiz ‘Hijas de la Regeneración’, de la que fue la ‘Venerable Maestra’; en 1896, fue elegida miembro de la Comisión Ejecutiva de la Asamblea masónica provincial de Cádiz. En 1900 dejó Cádiz y fijó su residencia en Valencia. Pronto comenzó una fecunda etapa feminista y sufragista, colaborando activa[1]mente con la revista que fundó su hermana Ana Carvia, ‘Redención’, que la llamaron sin complejos ‘Revista mensual feminista’. El 22 de abril de 1918, un grupo de 53 mujeres firmaban un comunicado dirigido a la prensa, titulado ‘A las mujeres españolas’, donde proclamaban que se había constituido la Liga Española para el progreso de la mujer, primera organización feminista estatal. Con la proclamación de la Segunda República, Amalia siguió apoyando el voto integral femenino desde sus artículos en El Pueblo de Valencia. Al acabar la guerra, en septiembre de 1939, Amalia fue detenida acusada de auxilio a la rebelión. Este proceso duró varios años en los que Amalia estuvo en arresto domiciliario y en el transcurso del cual salió a relucir su pasado masón. Por este motivo, al poco tiempo de que el tribunal estimara el sobreseimiento provisional por falta de pruebas, se remitía el testimonio relativo a Amalia Carvia al Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo, que no dudó en procesarla nuevamente aduciendo que su declaración-retractación sobre su pasado masónico de 3 de junio de 1940 había sido insincera. Se inició así otra causa cuando Amalia había cumplido 81 años y veía cómo seguían martirizándola con nuevas declaraciones y citaciones. Hasta 1947 no dieron por concluido el sumario. Fue condenada a inhabilitación, no a prisión.